Tras la ingente tarea urbanizadora del litoral mediterráneo en las últimas décadas, han quedado unos pocos reductos libres, que le dan más valor al precioso recorrido que proponemos. En España nos quedan El Cabo de Creus en Cataluña, Las Islas Columbretes en Valencia, algunos espacios en Baleares, otros en Cabo de Gata-Níjar y costa Andaluza, y finalmente, la costa murciana oriental, todos ellos declarados ZEIM (Zonas Especialmente Protegidas de Interés para el Mediterráneo). Dentro de la “Costa Cálida” quedan tres espacios vírgenes: El Parque de Calblanque y Monte de las Cenizas (desde Cabo Palos a Portman);  Costa de Cartagena a Cabo Tiiñoso, desde  El Portús a La Azohía, entre estas dos poblaciones; y Bolnuevo a Cabo Cope, entre Mazarrón y Águilas. Como hemos recorrido los dos primeros con nuestra noble Asociación, la excursión que proponemos recorre una parte del último, desde Bolnuevo a Puntas de Calnegre, para hacerla asequible para todos los públicos, con la sola condición del gusto de andar en la naturaleza.
El sendero que une estas dos poblaciones, que fueron pequeños puertos de pescadores ( en esta zona se utilizaba la almadraba para el atún y el bonito), y que aún son tranquilos y poco edificados, es un brindis al monte, al mar, a la naturaleza, y a lo humano, que deja impresiones difíciles de borrar en el caminante. Está protegido como espacio ZEPA, LIC e incluido dentro de la RED NATURA 2000, lo que no ha impedido que ingentes masas de invernaderos se hayan instalado hasta el borde mismo de la playa. La agricultura intensiva constituye, sin duda, la principal amenaza de la zona, que afea el paisaje en varios puntos y que lleva el plástico de la antes conservada Cañada Gallego hasta prácticamente la orilla. No por eso la ruta deja de tener interés, solo nos alerta sobre la necesidad de conservarla.
Se parte de Bolnuevo, donde las fuerzas geológicas, el clima y la erosión han creado la hermosa y singular fisonomía en la piedra. Caminaremos hacia la Loma de Bas, con bonitos acantilados y pequeñas calas que harán deleitarse al caminante.
 Despues, por un camino litoral pegado a la playa, llanearemos por arena y andaremos por dunas fósiles para llegar a la Playa de las Covaticas, primero, y a la playa de Percheles, despues. Aquí habremos recorrido algo más de la mitad de la ruta, y será un buen momento para tomar un refrigerio, un baño quien quiera, a la vez que inspeccionaremos el lugar donde volveremos a comer, aquí, en la maravillosa playa de Percheles, en un chiringuito desmontable e integrado en el ambiente. Las personas que quieran disfrutar de la playa se pueden quedar, mientras que el resto continuaremos por la Playa de Parazuelos a recorrer un recóndito Tarayal para llegar a Los Cloques y Puntas de Calnegre donde nos recogerá el bus para llevarnos de nuevo a Percheles.