Alberto Cobo ( www.albertocobo.com ) como concertista de piano, lleva realizando diferentes programas año tras año, en formatos de recitales principalmente, en su ya abundante carrera dentro de la música. El año pasado ofreció varios recitales con un compositor español antiguo del cual es especialista y en esta ocasión, con el gran genio del piano Frédérick Chopin (1810-1849).

AC ya ha efectuado en el pasado varios monográficos con obras del compositor polaco, no específicamente con las de este programa. Según la opinión del intérprete, la mayoría de los genios están muy por descubrir debido precisamente a su enorme genialidad, la cual durante siglos los pianistas han aspirado por llegar a desvelar, también debido a su dificultad de virtuosismo. En esta ocasión el concertista madrileño se basa en la más reciente edición del ilustre polaco, realizada por el musicólogo Jan Ekier, quien expone una serie de matizaciones, incluso notas diferentes a las ediciones más antiguas que no fueron exactamente justas con lo que Chopin escribió en sus manuscritos pues los que revisaron sus partituras, aun siendo personalidades, no eran realmente musicólogos. Entonces, el dar una pizca de mayor rigor o autenticidad sobre esta figura legendaria ya supone una gran motivación y reto (solo el mero hecho de intentarlo), habida cuenta de la cantidad de concursos dedicados a Chopin, la de millones de grabaciones, la historia de millones de conciertos, incluso los millones de estudiantes de piano en los Conservatorios que hay en el mundo que día a día no paran de tocar sus obras.

La opus 9 con sus tres Nocturnos, los primeros que compuso Chopin, son una delicia. Los 24 Estudios, opus 10 (de la misma época) y opus 25, son una auténtica leyenda del piano virtuoso y romántico. Prácticamente todos los pianistas que existen y han existido han tocado varios de ellos. Algunos, los más avezados, todos. Normalmente están todos considerados como piezas de nivel superior o final en los estudios de Conservatorio.